Hoy
quiero compartir con ustedes un tema que es bien conocido por la mayoría de los
que lo hemos padecido. Alguna vez hemos pasado por la experiencia de
situaciones que nos perturban, las mismas se acentúan al pertenecer a una
sociedad que no garantiza la necesidad de sentirnos seguros, donde estos
sucesos perturbadores se transforman como "algo" habitual en nuestras
vidas.
Como
bien destaca Moty Benyakar, estamos viviendo, al menos en Argentina, un momento
de profunda y extensa "crisis social". Continúa diciendo que, los que
participamos de la vocación y la responsabilidad de aliviar, de acompañar el
sufrimiento de nuestros semejantes no estamos al margen de una historia en la
que vemos surgir formas de violencia que castiga cada vez más directa a
un número mayor de personas.
Para
que se produzca la destrucción de la experiencia ya no es necesario en
absoluto, una catástrofe...para ello basta con la pacífica existencia cotidiana
de una gran ciudad. Así lo expresa Juan Jorge Michel Fariña
en el prólogo del libro "Lo Disruptivo" que escribió Moty
Benyacar.
Hay
acontecimientos catastróficos naturales como cataclismos y también desastres
producidos por la mano del hombre como guerras, enfermedades, muertes,
accidentes que son disruptivos por sí mismos.
También
hay acontecimientos, en los que hago foco ahora, que son frecuentes, que son
cotidianos y que nos hacen sentir inseguros, no queridos, sin control ni
esperanza, con humillación, fracasos y pérdidas de cualquier índole que
resultan por su intensidad y frecuencia: Perturbadores.
Si
los síntomas de estos acontecimientos perturbadores como la ansiedad, el
estrés, la culpa y el miedo, se prolongan en el tiempo, resultan insalubres
formando una huella mnémica que va rigidizando el funcionamiento óptimo de la
persona inhibiendo su capacidad para desplegar su potencial innato.
Tradicionalmente
se nombra a cualquier evento fuerte e intenso como "situación
traumática", tanto para referirse a situaciones como accidentes,
muerte de un ser querido, enfermedad grave, discapacidad repentina, quiebre
económico, robos, secuestros, violación sexual, destrucción de nuestro hábitat
cotidiano y otros hechos semejantes como también para identificar catástrofes
colectivas, desastres naturales, migraciones forzadas, guerras.
Dichos
sucesos o eventos producen un efecto devastador sobre el psiquismo humano.
Tienen la capacidad potencial de irrumpir en el psiquismo y producir reacciones
que alteran su capacidad integradora y de elaboración. Se presume que hay un
modo de elaborar adecuado a las capacidades del psiquismo, por eso lo que para
un niño puede llegar a ser disruptivo para un adulto no lo será, como también
lo que puede llegar a ser disruptivo para un adulto para otro no lo será
dependiendo de la relación entre el suceso fáctico y las capacidades de
elaboración de la persona.
Estos
desórdenes psíquicos motivados o activados por la irrupción en el psiquismo de
eventos o suceso fácticos dan lugar a distorsiones en las que un cambio que
ocurre en el afuera impacta en el adentro produciendo hechos vividos
traumáticos, vivencias de estrés o de ansiedad extrema.
Se
define "trauma" como todo hecho que tenga un efecto negativo
duradero. La Dra. Francine Shapiro lo define como: "Discontinuidad que se
produce en un proceso psíquico o en un modo de procesar psíquico". Para
que un evento disruptivo produzca vivencias traumáticas, el impacto en el
psiquismo es tal que rompe la articulación existente entre los sentimientos que
se están conformando y su representación.
Ante
una situación de amenaza de su integridad física la persona puede reaccionar
huyendo, luchando o quedándose paralizado.
Cuando
se queda en ese embotamiento que le impide reaccionar, no es porque no
siente, todo lo contrario; siente demasiado y ¿a dónde va todo ese afecto que
no puede representar a través de símbolos adecuados verbales o gestuales?.
Cuando
una vivencia negativa queda sin resolución deja residuos de emoción que se
apodera de nuestra vida cotidiana a través de síntomas que, si perduran en el
tiempo, pueden llegar a conformar por sus signos y síntomas un trastorno de
Estrés post-traumático, un trastorno disociativo de la personalidad y otras alteraciones
que impiden el buen desempeño social, laboral, familiar. Como por ejemplo:
dificultad para conciliar el sueño, irritabilidad o ataques de ira,
dificultades para concentrarse, hipervigilancia, respuestas exageradas de
sobresalto, que duren más de un mes siendo la especificación de agudo si los
síntomas duran menos de tres meses y crónicos si los síntomas duran tres meses
o más.
Malestar
psicológico intenso y respuestas fisiológicas se manifiestan cada vez que la
persona se expone ante estímulos internos o externos que simbolicen o recuerden
algún aspecto del suceso que generó el trauma.
Investigadores
de la memoria señalan que los traumas graves y otras experiencias de vida perturbadoras son
almacenados en una forma incorrecta de memoria. En lugar de almacenarse en una
memoria "explícita, narrativa o declarativa", en donde puede ser
develado su contenido, se acumulan en una memoria" implícita "donde
conservan las emociones y sensaciones corporales que fueron parte del suceso
inicial.
Estos
recuerdos no se pueden conectar con una información más útil quedando
aislados de otras experiencias de vida en las redes de la memoria.
Este
tipo de memoria se denomina también "procedimental" ya que se
almacenan reglas, procedimientos, estrategias necesarias para ejecutar una
tarea, incluyendo las estrategias de procedimiento de la información. Opera de
un modo automático, está involucrada en el aprendizaje de varios tipos de
comportamiento. Este recuerdo nos permite hacer o pensar pero no nos permite
acordarnos de lo que hacemos o pensamos, por ejemplo: aprender a construir una
torre, manejar, andar en bicicleta.
¿Cómo
se favorece que este recuerdo de la vivencia traumática deje de estar aislado y
se incorpore al flujo natural de la
experiencia?
A
través del Proceso y técnica de enfoque corporal, Focusing,
accedemos a tomar contacto con una clase especial de conocimiento consciente,
interno y corporal.
Eugene
T. Gendlin, PH. D, descubridor de esta forma natural de autoconocimiento y
sanación emocional implementa y desarrolla la teoría y técnica de este abordaje
.
Influído
por el existencialismo y la influencia de éste en la psicoterapia existencial,
Gendlin lo reformula de forma nueva creando la terapia experiencial.
Sostiene
que: " Experienciar, básicamente implica nuestra sensación de estar en
interacción preverbal, preconceptual, corporal, con el medio ambiente, una
sensación a nivel visceral del significado sentido de las cosas. Incluye la
sensación de tener experiencias y el flujo continuo de sensaciones, impresiones,
eventos somáticos, sentimientos, caer en la cuenta en algo reflexivamente y
significados cognitivos que surgen en el campo fenomenológico de uno mismo.
El
"experienciar" no es la reconstrucción de eventos, pero incluye su
significado sentido personalmente. No es una batería de conceptos u operaciones
lógicas, mas bien es el referente interno usado para anclar conceptos".
Focusing
facilita en su proceso un clima interno de seguridad y confianza emocional
desbaratando, paso a paso, la red de "recuerdo traumático" interrumpiendo
conexiones previas con emociones negativas permitiendo la integración de
información nueva.
Para
activar esta información que quedó atascada en la memoria implícita
llevamos la atención a las sensaciones que brotan del cuerpo con respecto
a la totalidad del suceso.
Retomando
el término propuesto por Eugene T. Gendlin de "experiencing" damos
cuenta de un proceso de interacción incesante entre los sentimientos personales
y corporales y los símbolos propios o del medio ambiente que interactúan.
Es un proceso de sentimientos corporalmente orientado que se comienza a
conformar en interacción con el medio ambiente.
Esta
interacción es profundamente sentida, es lo que sucede dentro del organismo
humano-experiencing. La persona siente así un significado de lo que está
experienciando como sentimiento, pero no puede aún explicitarlo en términos
claros. Este significado sentido necesita de símbolos verbales o gestuales que
interactúen con él para lograr una conceptualización.
Cuando
un símbolo que interactúa con el sentimiento llega a resonar en el organismo,
el símbolo es correcto, lo llama "símbolo certero" y se siente así
organísmicamente.
En
la construcción de significado o proceso de simbolización, existe un aspecto
implícito, un núcleo central de significado sentido que es el que dirige el
discurso explícito.
Cuando
a través de los síntomas de una vivencia traumática la persona siente que"
actúa como expectador de su propia vida" se podría decir, y así lo expresa
el Lic. Edgardo Riveros: "que en lugar de vivir solo existe", se
detecta un funcionamiento implícito que está detenido.
Gendlin
llama a eso "ligadura estructural" ya que el experiencing
en lugar de funcionar implícitamente de forma interrumpida,
se manifiesta atascado, congelado determinando un modo rígido de
experienciar.
Se
pierde de este modo la riqueza de las situaciones presentes y la posibilidad de
contactar con numerosos significados implícitos manifestándose un modo
estereotipado de conducta.
Para
acceder a ese "algo" atascado se trabaja con el flujo de experiencia
que funciona, que es la que va a llevar adelante el proceso de interacción
poniendo en funcionamiento aquello que no está funcionando.
Gendlin
habla de la "Ley de Reconstitución del Proceso" que es poner a
funcionar la interacción que estaba detenida.
Riveros
en el "Nuevo Paradigma del Experiencing" expresa la Ley mencionada de
esta manera: "Cuando ciertos aspectos del experiencing que funcionan
implícitamente son llevados adelante por sucesos o símbolos, el experiencing
resultante implica a otros aspectos congelados a veces muy nuevos que se
reconstituyen, los cuales llegan a estar en proceso y funcionan implícitamente
en ese experiencing después de pasar por los aspectos en funcionamiento".
Este
aporte de Eugene T. Gendlin favorece el ponerse en contacto con esa clase
especial de conocimiento interno, consciente que proviene de nuestro cuerpo
llegando a niveles muy profundos de información.
Por
lo tanto, participar de ese significado sentido es la fuente más directa para
acceder a los recuerdos que han quedado atascados en una memoria
implícita siendo una vía de acercamiento hacia lugares internos heridos,
permitiendo a través del flujo de información que se vayan integrando
paulatinamente, descongelando lo congelado.
Al
estar junto con la sensación física de la totalidad del suceso focalizado en el
cuerpo, permitirle que se desenvuelva y se simbolice acertadamente, se va
moviendo el material que formó el aprendizaje de la experiencia traumática que
quedó encasillado.
A
través de un proceso de Focusing, en una atmósfera interna de confianza y
aceptación, fortaleciendo nuestro aspecto firme y compasivo, se va acunando la
vivencia.
La
información disfuncional y no adaptada al fluir natural de la experiencia que
deriva de un suceso disruptivo en la historia de la persona es modificada de
tal forma que ya no es capaz de disparar respuestas emocionales, somáticas,
cognitivas o conductas perturbadoras.
En
donde, los recuerdos y disparadores perturbadores al ser reconocidos tal cual
se presentan, al ser acunados, se los puede simbolizar adecuadamente, resonando
con la sensación significativa de todo eso permite que la misma se abra, se
devele llevando hacia delante el proceso, incorporándose a un proceso en marcha
e integrándose hacia la salud y el bienestar posibilitando un mejor despliegue
del potencial humano.
Texto
desarrollado por María Cristina Collia en el primer Congreso Iberoamericano de
Focusing en Argentina. Chapadmalal. Noviembre de 2007.
A
continuación se desarrolló un caso práctico.
Bibliografía
consultada
Alemany,
Carlos Psicoterapia experiencial y Focusing. La aportación de Eugene T. Gendlin
Ed.Descleée de Brouwer.
Benyakar,
Moty. "Lo Disruptivo. Amenazas Individuales y Colectivas: El psiquismo ante
guerras, terrorismos y catástrofes sociales". Ed. Biblos
Gendlin,Eugene.
"Focusing, Proceso y técnica del Enfoque Corporal". Ed. Mensajero
Riveros,
Edgardo. " El Paradigma del Experiencing". Ed. Lom